No voy a escribir sobre meter la cabeza en el caparazón y esconder las patas, ese tema está muy trillado, aunque seguimos haciéndolo compulsivamente. Lo que me llama la atención es la traducción alemana de la palabra tortuga, que yo pensaba que era más o menos internacional (turtle, tortoise, tortue...); se dice Schildkröte, y viene de Schild, que es escudo, y Kröte, que significa sapo. Sapo con coraza, es sorprendente. Yo pensaba que la mejor metáfora que se podía hacer con estos animales era la de esconder la cabeza, y resulta que, en muchas ocasiones, nos pega mucho más lo de sapos con armadura. Sapos por lo poco que nos esforzamos en buscar la belleza y por lo casi-nada que nos fijamos en ella cuando la descubrimos. Y con escudo por tantas cosas como nos ponemos alrededor para mantener las distancias con los demás: escudo-exámenes, escudo-clases, escudo-esta noche no puedo, escudo-en esta semana te llamo, escudo-mejor vamos poco a poco... Lo sé, es desolador, yo por eso para este año (que empieza) me he propuesto dejar de llevar coraza... me temo que para dejar de ser un sapo hace falta mucho más que proponérselo.
1 comentario:
¿y si corazón, no fuera más que al aumentativo de la palabra coraza?
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