En serio, basta de desearnos feliz 2011 por asumir que el 2010 va a ser malo. El 2010 va a ser sólo lo que nos atrevamos a planear y a perseguir, sólo lo que nos atrevamos a pensar y a cambiar. Y no me gusta que nos deseemos felicidad como quien se desea suerte antes de un examen. La felicidad se siembra y se recoge, la suerte de vez en cuando se deja ver, pero suele ser una amante infiel.
Sinceramente, aunque suba el paro y no crezca la economía, aunque los gráficos de barras sigan siendo pesimistas, aunque sigamos los penúltimos en la cola de Europa, aunque nada en los periódicos nos diga que mejorarán las cosas; os deseo un año tan cuajado de besos en el cuello y de caricias a contrapiel que todos los demás años de la Historia parezcan un prólogo fugaz. Sed felices, pero sobre todo haced muy felices a los demás.
Sinceramente, aunque suba el paro y no crezca la economía, aunque los gráficos de barras sigan siendo pesimistas, aunque sigamos los penúltimos en la cola de Europa, aunque nada en los periódicos nos diga que mejorarán las cosas; os deseo un año tan cuajado de besos en el cuello y de caricias a contrapiel que todos los demás años de la Historia parezcan un prólogo fugaz. Sed felices, pero sobre todo haced muy felices a los demás.
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