Así es la vida... es como una sandía, para saber si está buena no tienes más remedio que abrirla.
Caramel son las historias algunas mujeres de Beirut, y de todas las mujeres en general, contadas y sentidas con una mezcla de dulzura y crudeza que atrapan desde la primera escena.
Nadine Labaki escribe, dirige y protagoniza esta película con una delicadeza y una sensibilidad admirables. No hay ni una sola escena que sobre, ningún diálogo forzado, ningún personaje fuera de lugar, y la música, el vestuario y los escenarios están cuidados hasta el último detalle.
Caramel terminó de rodarse justo 9 días antes del comienzo de la guerra entre Israel y Líbano, en julio de 2006, y a pesar de eso consigue reflejar la vida de esa ciudad y de sus habitantes al margen de todo conflicto político y religioso.
Caramel son las historias algunas mujeres de Beirut, y de todas las mujeres en general, contadas y sentidas con una mezcla de dulzura y crudeza que atrapan desde la primera escena.
Nadine Labaki escribe, dirige y protagoniza esta película con una delicadeza y una sensibilidad admirables. No hay ni una sola escena que sobre, ningún diálogo forzado, ningún personaje fuera de lugar, y la música, el vestuario y los escenarios están cuidados hasta el último detalle.
Caramel terminó de rodarse justo 9 días antes del comienzo de la guerra entre Israel y Líbano, en julio de 2006, y a pesar de eso consigue reflejar la vida de esa ciudad y de sus habitantes al margen de todo conflicto político y religioso.
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