20090526

Pequeñas leyendas


 
MOOR.- ¿Te puso tu preceptor en las manos la historia de Robin Hood (habría que soldar a galeras a esa clase de canallas imprudentes) que encendió tu fantasía infantil y te contagió con la loca manía de ser un gran hombre? ¿Te atrae tener nombre y honor? ¿Quieres comprar inmortalidad con asesinatos incendiarios? ¡Apúntate esto, jovenzuelo ambicioso! ¡Para los incendiarios no crece laurel! Las victorias de los bandidos no significan triunfo, sino huida, peligro, muerte, deshonra.
 
Die Räuber (Los Bandidos)
Friedrich Schiller, 1781

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