Una de las cosas que nos enseñan en la carrera y que es extrapolable fuera de un laboratorio clínico es que lo difícil no es detectar un problema, ni siquiera detectar dos. Lo difícil es relacionarlos entre ellos y saber si uno es causa del otro, consecuencia, o simplemente coexisten compartiendo tiempo y espacio por casualidad.
Se puede aplicar a dos circunstancias cotidianas cualquiera que parezca que tienen algo que ver, se puede perder casi media tarde haciendo flechas, se puede no llegar a nada. Si se llega en poco tiempo a la conclusión de que se dan por casualidad, conviene revisar las flechas un par de veces y buscar fallos.
1 comentario:
uff, cuánta responsabilidad!
Un abrazo.
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