"Cuando el barco estaba a punto de zarpar, Yin subió a cubierta. La mañana era singularmente plomiza y todo le incitaba a la melancolía. Una atmósfera extraña reinaba en el buque: las siluetas de los tripulantes se le antojaban borrosas y borrosas también las fronteras de su tristeza, prolongándose en la densidad marina. Pasó el día taciturno, reclinado sobre el balcón de proa y dejándose poseer por esa viscosidad dulzona que tiene a veces la desdicha."
"Confundidos entre la multitud pensaron un instante en el barco que acababan de dejar y al mirar hacia atrás vieron el mar, el buque, apenas visible, y las gaviotas cuyas alas no dejaban rastro en el aire. Aquellos pájaros, ahora se daban cuenta, eran para ellos algo muy familiar: aves marítimas, viajeras, aves ya inseparables de sus pensamientos y del dibujo secreto que iban trazando sus pasos en torno al mar, variable y eterno."
"Bélver Yin"
Jesús Ferrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario